martes, 4 de mayo de 2010

Editorial / Una buena sorpresa

"Fuera de base". Esa resultó ser la expresión más usada entre los operadores bursátiles el viernes pasado, cuando en forma totalmente sorpresiva la junta directiva del Banco de la República decidió recortar en medio punto porcentual, hasta dejarla en 3 por ciento anual, la tasa de interés que le cobra a las instituciones financieras cuando les hace préstamos de corto plazo.

La medida, que busca rebajar el costo del dinero en los créditos que hacen los bancos a sus clientes, fue en contra de las expectativas de los expertos que esperaban estabilidad en dicho frente, y que de hecho, le siguen apostando a que se presenten alzas en la parte final del año.

Pero un elemento fundamental entró como nueva variable en la ecuación. Y es que también en contra de las proyecciones hechas hace unos meses, la inflación en Colombia se ha mantenido en niveles históricamente bajos. A pesar de la irrupción del fenómeno de 'El Niño' y de la fuerte sequía que afectó al territorio nacional durante los meses pasados, los alimentos subieron relativamente poco, con lo cual el alza en el Indice de Precios al Consumidor cerró en marzo en una tasa de 1,84 por ciento.

Ahora que las lluvias han vuelto y que las cosechas de algunos productos sensibles en la canasta familiar deberían regularizarse, ese frente se contempla más despejado, anotando que todavía está por verse el impacto del reajuste en el valor del galón de gasolina.

Al mismo tiempo que eso ha ocurrido, la información que tiene el Banco de la República es que la producción interna se viene recuperando más rápido de lo previsto, sin generar presiones alcistas. "Factores tales como el mayor crecimiento de la economía mundial, las mejoras en la confianza de los agentes y el dinamismo de varios indicadores líderes, muestran la fortaleza del crecimiento", sostuvo el Emisor en su comunicado.

Debido a ese elemento, han aumentado los partidarios de que el incremento del Producto Interno Bruto en el 2010 estará más cerca del 3 que del 2 por ciento, como se había creído en un primer momento.

Pero a pesar de esa realidad, el Banco cree que hay posibilidad de que los colombianos hundan un poco más el acelerador. Una de las razones es que el crédito ha reaccionado con relativa lentitud, a pesar de que los intereses han disminuido de la mano de los recortes ya hechos.

Según la entidad, el costo de un préstamo de consumo pasó de 24,3 a 18,5 por ciento en el último año, mientras que el de uno ordinario lo hizo de 14,9 a 10,5 por ciento anual en el mismo lapso. Sin embargo, el crecimiento de la cartera del sistema financiero es de un modesto 4,3 por ciento y sería peor de no ser porque el ramo hipotecario tuvo un salto anualizado de 13,9 por ciento hasta mediados de abril, gracias a las medidas de estímulo a la vivienda impulsadas por el Gobierno.

Ahora la idea es que la nueva reducción se le transmita rápidamente al público, y que este empiece a endeudarse un poco más. Si ello ocurre, la máquina de la economía debería moverse más rápido, aunque en caso de que haya mucho entusiasmo y vuelva el peligro de desbocarse, los reajustes serán inevitables. Mientras tanto, los efectos fueron positivos en otros frentes.

No sólo los bonos del Tesoro emitidos por la República de Colombia se valorizaron sensiblemente, lo cual se debería traducir en las ganancias de los fondos de pensiones y de otros inversionistas institucionales, sino que el dólar experimentó un alza importante que fue bienvenida por el sector exportador. Como si eso fuera poco, las acciones llegaron a un nuevo máximo, pues la expectativa es que lo sucedido le dará más impulso al sector empresarial.

En medio de esa situación, ha vuelto a quedar claro que la cercanía de las elecciones presidenciales le produce pocas inquietudes a los mercados cambiario, bursátil y financiero. Independientemente del resultado del 30 de mayo, de la eventualidad de una segunda vuelta y de la necesidad de reformas profundas en áreas como la salud o la estructura tributaria, existe confianza en que el curso trazado se mantendrá y que los mejores tiempos para la producción nacional están cada vez más cerca. Así sea.

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